Si vives cerca del Mediterráneo o en alguna zona del interior donde las temperaturas no son extremas, puedes acondicionar un jardín mediterráneo sin muchas complicaciones.

Este tipo de jardín se caracteriza por ser agreste y un poco rústico. No requiere cuidados excesivos ni riego constante. La combinación entre la grava, rocalla y plantas de gran colorido y aroma crean un ambiente paradisiaco lleno de esplendor que a todos encanta.

A continuación, te daremos unos consejos básicos para que puedas tener en tu hogar el jardín al estilo mediterráneo que siempre has soñado.

Elige plantas que no requieran mucho riego

Los jardines mediterráneos suelen estar conformados por plantas que no requieren mucho riego. Estos espacios se caracterizan por su poca demanda de agua.

Por eso, es esencial hacer una selección de plantas que no exijan un gran mantenimiento y, en menor medida, algunas que requieran mayor humedad. Se suelen crear 3 áreas que se distinguen de acuerdo a la cantidad de humedad que requieran:

  • Una zona seca y que abarcará una gran parte del espacio.
  • Una zona de riego moderado y de tamaño medio. Espacio con plantas con más necesidad de humedad, pero que funcionan como tapizantes y que dan color y frescor al jardín.
  • Una zona húmeda y más reducida. Puede ser con algo de césped.

Las distintas áreas llevan plantas de especies específicas que aportan distintos aromas y colores. Se pueden decorar con adornos de jardín que se adapten a cada sección. Por ejemplo, en la parte con más color se pueden incorporar mariposas de metal.

Crea áreas con rocalla, grava y arena

Este estilo de jardín tiene la particularidad de tener zonas delimitadas. Para poder lograr una diferenciación entre los espacios se puede utilizar el borde acero corten. De esta forma, será mucho más sencillo el mantenimiento y el cuidado de cada una.

Jardín mediterráneo con áreas de rocalla y grava

Jardín mediterráneo separado con borduras de acero corten

Son habituales las zonas con rocalla, grava amarilla y greda volcánica. Teniendo las bases y los espacios delimitados, será mucho más sencillo seleccionar las plantas según sus colores y especies. Lo importante es crear contrastes entre las tonalidades y texturas de las piedras y plantas.

Usa macetas y adornos con acabado rústico

Puedes emplear macetas o jardineras de diferentes tamaños y formas. Las redondas o rectangulares son perfectas para sembrar arbustos o conjuntos de plantas ornamentales en lugares específicos del jardín. Si el acabado es rústico, será mucho mejor para armonizar con el estilo de este tipo de espacios.

Otros detalles que pueden marcar la diferencia son las figuras con metal. Sobre todo, si tienen diseños de animales en un estilo sencillo y en acabados rústicos con óxido al natural. Una mariposa entre las flores, una lagartija entre las rocas o un pájaro entre los arbustos será un toque muy original y delicado.

Incorpora zonas de sombra

Los jardines mediterráneos suelen ser lugares para concentrar el frescor y la sombra durante el verano. Así que un espacio con buena sombra no te puede faltar.

Puedes crearlo sembrando algunos árboles agrupados. Pueden ser cipreses, mimosas, jacarandas y palmeras. También se suelen instalar porches o pérgolas revestidos con plantas trepadoras, como por ejemplo: la parra virgen, buganvillas o jazmines.

Todas estas son alternativas seguras para conseguir espacios frescos, agradables y coloridos. Bajo esta sombra podrás acondicionar un sitio para comer o descansar con algunos muebles a juego con el estilo.

Las especies de plantas que no te pueden faltar

Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de elegir las plantas que sembrarás en tu jardín es la ubicación que les darás en función de la humedad de cada zona. Selecciona las que más te gusten y recuerda tener una buena variedad de especies para hacerlo más interesante.

Entre las especies más utilizadas para los jardines mediterráneos están las siguientes:

  • Árboles para generar sombra: Ciprés, jacaranda, palmera y mimosa.
  • Árboles frutales: Naranjo, limonero, olivo, higuera, y almendro.
  • Arbustos: Adelfa, laurel, evónimo, boj y arizónica.
  • Plantas aromáticas: Romero, tomillo, lavanda, salvia, menta y orégano.
  • Plantas trepadoras: Jazmín, glicinia, buganvilla y campsis.
  • Plantas ornamentales: Geranios, crisantemos, gitanillas, hibiscos, verbena, vinca, gazanias, clavelina, tagetes, entre otras.

Reduce al máximo el uso del césped

Como ya te hemos dicho, en un jardín mediterráneo se deben evitar las plantas que requieran de constante riego. No son muy recomendables debido al estilo xerófilo de este tipo de jardines.

Así que lo más recomendable es reducir al máximo su uso, aunque puedes implementar alguna pequeña área bajo la sombra para sembrarlo. No obstante, deberás implementar alguna estrategia de riego para mantenerlo fresco y húmedo.

Hay otras alternativas que puedes implementar para obtener esos suelos con colores verdes y vivos que contrastan muy bien con la grava de colores cálidos. Además, son mucho más adaptables al clima mediterráneo. Puedes sembrar especies cobertoras que tapicen los suelos, como por ejemplo: el tomillo, milenrama y las suculentas.